Guillermo Torre
En el mes de febrero del año 1988, tuve el gran honor de viajar a la Antártida con el grupo que Organizaba ANTARTUR , empresa turística que comandaba el Mayor (R) y Vecino Ilustre de Ushuaia, Dn. Gustavo Giro Tapper, ese viaje fue para mi, un sueño hecho realidad , primero por que nos llevaba el hacia un recorrido soñado nada menos que un Héroe Antártico como era Gustavo Giro, también por que estaría en el Continente Blanco, conociendo esas lejanas tierras de las que tantas veces me contaba mi Padre ( CAP. de Fragata. Submarinista y Antártico Dn. Mariano A. TORRE), quien como Oficial de la Armada participo de dos campañas Antárticas, ese viaje tan particular y tan soñado fue a bordo del Buque Polar de la Armada Bahía Paraíso
Y sobre todo, porque viajaban con nosotros descendientes de tres hombres que escribieron también la historia de la Antártida ellos era el Sr. Alvar SOBRAL, nieto del Alférez José María Sobral (oficial de la Armada Argentina), el Sr. NORDENSKJOLD nieto o bisnieto de Carl Nodenskjold (científico sueco) y el Sr LARSEN también nieto o bisnieto (no recuerdo bien) del Cap Anton Larsen (Noruego).
Para mayor detalle de quien lea estas líneas aclararemos que el Alférez Sobral fue el primer argentino en invernar por primera vez en el territorio Antártico y participó de la expedición científica del Dr. Carl Nordenskjold, quienes quedaron aislados en la Antártida en la Isla Cerro Nevado donde pasaron dos invernadas, hasta que salió en su rescate el Cap. Larsen quien comandaba el Buque Antartic, que navegando por el mar de Weddell, recala en la Isla Paulet y queda allí atrapado por los hielos .
El segundo de la expedición de Nordenskjold, quien sale con una expedición en busca de ayuda, recala en bahía Esperanza y queda también en un refugio para pasar el Invierno.
En el mes de Noviembre del año 1903 el capitán Julián IRIZAR al comando de la Corbeta Uruguay, rescata a los expedicionarios y los lleva de regreso.
Esta aclaración era importante destacarla, por que es parte de esta Historia del Viaje, pues en la Base de bahía Esperanza desembarcamos todos los pasajeros en lanchas y en helicóptero y se había organizado un acto homenaje que rendía honores a eso históricos hombres antárticos que invernaron durante dos años entre 1901 y 1903 hasta que fueron rescatados. Fue algo realmente maravilloso en un día hermoso, muy frio 20 grados bajo 0 o más (no recuerdo en detalle) con un cielo azul plomizo y allí, junto al histórico refugio donde invernó parte de aquella expedición participamos de una formación cívico-militar, todos los hombres del destacamento antártico vestidos con su trajes color naranja y todos los pasajeros con los trajes azules (que nos habían entregado al abordar como parte del equipo)
Además formaban junto a sus cuidadores los dos o tres perros de trineo que aun quedaban en la Antártida y se instalaron tres mástiles donde flameaba orgullosa la bandera Argentina acompañada por las banderas de Suecia y de Noruega. Fue muy emocionante cantar el Himno Nacional Argentino y se aplaudió también el himno de Suecia y el de Noruega. Momentos inolvidables que vivimos ese día, muy difícil de explicar con palabras.
Terminado el Acto en el Salón de la Base ( creó que se llama Refugio Sgto. Cabral) se sirvió un Asado Criollo y eso también fue increíble pues en un elástico de cama de dos plazas se acomodaron las piezas de carne, cubiertas por una capa de 10 cm aprox. de cartones para que no se escape el calor de las brasas que asaban la carne, el asado se hizo afuera y allí reinaban los 20 o mas grados bajo 0.
Cuando estábamos terminando de comer y en la sobremesa de charlas y fotografías, comenzó a venir una tormenta de cielo negro, que obligo a ordenar prepararse para subir a las lanchas y llegar al bahía Paraíso, Dn. Gustavo Giro y su equipo de colaboradores para organizar la llegada nuevamente de los turistas y prever cualquier riesgo y yo con ellos salimos primeros en el helicóptero hacia el barco, al llegar la tormenta ya era importante y para no correr ningún riesgo, se ordenó que los que no estaban ya abordo, permanecieran en la base y allí pernoctaran.
Si bien todos estaban abrigados y a resguardo y en la Base les dieron mantas y asignaron lugares para dormir, recuerdo que Giró estaba muy preocupado y nervioso, pues si bien les darían raciones en la cena y estaban seguros, no contaban con todas las comodidades que nos ofrecía el Barco y creía que a la mañana siguiente cuando volvieran al barco todos estarían protestando y quejosos por lo incomodo que había sido pasar la noche.
Pero para sorpresa de todos los pasajeros volvían al barco con una sonrisa enorme, con alegría y emocionados por la experiencia que haber pasado una tormenta fuerte en un Refugio Antártico y con las mínimas comodidades.
El viaje continuo la singladura originalmente organizada, recorriendo lugares maravillosos, paisajes soñados, avistando una fauna increíble (ballenas, focas, pingüinos, albatros, petreles, cormoranes, etc. que pasaban subidos a hielos flotantes que se cruzaban en nuestro recorrido.
Un detalle importante, se lo llama el Continente Blanco pero en realidad y depende de cómo le de la luz del sol, podemos ver paisajes que reflejan todos los colores, increíbles dorados, plateados, celestes, rosas etc. Un cielo de reflejos multicolor sobre un continente mágico.