En la Semana de la Antártida 2007 tuvimos el privilegio de escuchar por primera vez el relato en primera persona de Dn. Gabino Elías, vecino de Ushuaia, quien muy joven participó como radio operador en el histórico primer aterrizaje en el polo sur desde el continente americano, proeza concretada por dos aeronaves Douglas DC-3 de la Aviación Naval Argentina.
.

La hazaña tuvo alto impacto en a nivel mundial, ya que no se contaba en esos momentos con cartografía de la zona y por ende se desconocía la existencia de referencias en tierra que pudiesen facilitar la orientación durante el vuelo. Y los instrumentos de navegación lejos estaban de contar con la precisión que tenemos en la actualidad.
 

En tales condiciones, luego de horas de gran tensión en el aire, sin más visión que un interminable manto blanco y grandes esfuerzos de la tripulación por dar con el curso hacia el polo sur, finalmente lograron el objetivo

 

Las tripulaciones de la aviación naval tuvieron un exigente entrenamiento para encarar semejante desafío, en tanto que, según nos relataba, las aeronaves fueron equipados con esquíes para el anevizaje y se adicionaron uno cohetes JATO, para lograr más empuje y asegurar el despegue… Contaba Gabino los ruegos de la tripulación para que no fallaran en el momento del decolaje, sino…

 

En el momento que se concretó, esta misión significó un gran avance en todos los órdenes de actividades relacionadas con aquellas remotas regiones, permitiendo ampliar el conocimiento científico universal, con significativos aportes al conocimiento geográfico, glaciológico, meteorológico, geológico y sanitario sobre zonas del "sexto continente", aún inexploradas y sobre otras poco conocidas.

 

El 6 de enero a las 21.15 horas estuvieron sobre su vertical y diez minutos más tarde aterrizaban en medio de la mirada complacida de todos los integrantes de la base Amundsen Scott, ubicada en el polo sur